La Justicia le dictó la prisión preventiva por tres meses al jefe de Servicio Vigilancia de Alderetes (SVA), acusado de haber abusado de una integrante de ese cuerpo de vigías de la ciudad del este tucumano que está contratado por el municipio.
El 8 de octubre, la víctima se presentó a brindar servicio en un jardín de infantes de esa ciudad. Según la denuncia, a los pocos minutos se presentó el titular del SVA junto a otro hombre para constatar que estaba en el lugar. Luego, J.M.R le pidió a su compañero que se retirara a controlar al resto del personal y dijo que él se quedaría ahí.
Cuando quedaron solos, comenzaron a charlar sobre diferentes cuestiones. Después de mantener una charla de dos horas comenzó a acosarla, pero ella le pidió que dejara de hacerlo porque era casado y tenía hijos. El acusado se calmó hasta que luego la atacó sexualmente. Antes de retirarse la amenazó con generar numerosos problemas si llegaba a denunciarlo.
La víctima quedó en shock durante varias horas. Llegó a su casa y le pidió a su madre que la acompañara a la comisaría para realizar la denuncia. De allí fue trasladada al hospital Eva Perón donde fue atendida. Al enterarse de la situación, el fiscal Mariano Fernández solicitó que se le realizaran los exámenes de rigor. Las pericias confirmaron el ataque sexual.
Con esa prueba y el testimonio de varias personas, el fiscal logró que el juez Fernando Zóttoli Ortiz autorizara un allanamiento y la detención del acusado. La medida se realizó, pero el sospechoso no estaba en su domicilio particular. Horas después fue encontrado en la casa que un pariente tiene en un country de Los Nogales. El jueves, el auxiliar fiscal Gonzalo Zavalía, siguiendo las instrucciones del fiscal Fernández, logró que un juez le dictara la prisión preventiva por tres meses.
El caso movilizó a los habitantes de Alderetes. El detenido es reconocido por gran parte de la población. Miembro de una reconocida familia, se hizo conocido por haber formado varios cuerpos de rondines que se encargaban de brindar servicios de seguridad en varios barrios de esa ciudad.
Por el éxito que tuvo con su actividad, al asumir en el cargo, el intendente Aldo Salomón decidió contratar sus servicios para sumar a la tarea que realiza la Policía Local, como se conoce a los guardias urbanos de esa ciudad. Él contrataba a personas para que hicieran tareas de vigilancia en establecimientos educativos fundamentalmente y en otros lugares de Alderetes.
“No podemos creer lo que pasó. Media ciudad lo conocía a él por el servicio que brindaba a la comunidad. No sabemos qué va a pasar ahora si llegan a dejar de brindar el servicio”, expresó Juana Jiménez. “Ellos trabajan con la Policía Local y con la fuerza provincial. Las cosas mejoraron un montón; sigue habiendo robos, pero habían bajado. No sé qué pasará ahora. Pobre chica. Las cosas están cada vez peor”, agregó María Esther Rodríguez. “La Policía debería investigar si hubo otros casos así”, añadió.
“Desde que nos enteramos nos pusimos a disposición de la Justicia para colaborar en lo que hiciera falta. Si es encontrado culpable, todo el peso de la ley debe caer sobre él”, aseguró Salomón. “A la víctima, que no tiene ninguna relación laboral con el municipio, también le ofrecimos asistencia”, añadió en la entrevista con LA GACETA.
El funcionario destacó que el SVA es de suma importancia para brindar seguridad en esa ciudad. “La idea de contratarlo surgió por los graves problemas que teníamos. Con su servicio mejoramos mucho y, fundamentalmente, dejamos de tener problemas en los establecimientos educativos”, explicó. “No sólo estamos sorprendidos, sino también preocupados. El trabajo que hacía este cuerpo era muy importante. Son entre 70 y 80 personas que trabajaban para esta persona y tampoco quieren quedarse en la calle. Veremos ahora cómo hacemos para contenerlos a ellos y a los vecinos que se sentían más protegidos con ellos haciendo tareas de prevención”, finalizó.